Se llama mezcla homogénea a la combinación de dos o más sustancias sin que se produzca una reacción química, y en la cual no es posible distinguir a simple vista los elementos que la forman, debido a que la distribución y consistencia de ambas sustancias es uniforme a lo largo de todo el volumen. Por ejemplo: el vino, el agua con cloro, la leche, el acero.
Una mezcla homogénea no implica la formación de una nueva sustancia respecto a sus elementos constitutivos, pero puede presentar algunas propiedades diferentes a las de los elementos que la integran como ser el punto de fusión o de ebullición.
Ejemplos de mezclas homogéneas
- Bronce (mezcla de cobre y estaño)
- Una solución de hidróxido de amonio
- Agua con miel
- Agua potable
- Agua con azúcar
- Leche (mezcla de agua y grasas)
- Leche con chocolate
- Agua marina (mezcla de agua y diversos minerales)
- Agua y cemento
- Oro blanco (mezcla de oro y otro metal, que puede ser níquel, plata, paladio)
- Harina y azúcar glas
- Cuproníquel
- El aire de la atmósfera (mezcla de oxígeno, vapor de agua, dióxido de carbono, entre otros)
- Bicarbonato de sodio y sal
- Nitinol (mezcla de titanio y níquel)
- El ácido sulfúrico
- Vino (mezcla de agua, azúcares y alcohol)
- Tinta en agua
- Plata esterling (mezcla de plata y cobre)
- Vinagre
- El vidrio coloreado
- Acero (mezcla de hierro y carbono)
- Constantán (mezcla de níquel y cobre)
- Desodorante en aerosol (mezcla de alcohol, gas isobutano y sustancia aromáticas)
- Mezcla de pintura y aceite
- Alpaca (mezcla de cobre, zinc y níquel)
- La salmuera