Los residuos inorgánicos son aquellos que deben su origen a materiales cuya descomposición tarda una cantidad de tiempo considerable. La verdadera identidad de este concepto se afirma por la negativa, en oposición a los residuos orgánicos que son los que se originan en base a otros seres vivos. La condición de tardar tiempo en descomponerse viene dada por el hecho de que al no haber sido producido en base a elementos de la naturaleza, es habitual que una vez desechado el residuo inorgánico ya no tenga posibilidad de ser reincorporado a la naturaleza. Por ejemplo: las colillas de cigarrillo, los envases de plástico, las latas, una botella de vidrio.
Ejemplos de desechos inorgánicos
- Corchos de plástico (100 años)
- Botella de vidrio (4000 años)
- Latas de acero (10 años)
- Maderas pintadas (13 años)
- Papel (3 meses)
- Colillas de cigarrillo (2 años)
- Pilas (1000 años)
- Caja de cartón (3 meses)
- Vasos de polipropileno (1000 años)
- Papel de periódico (6 meses)
- Medias de lana (5 años)
- Chicle masticado (5 años)
- Neumático (1000 años)
- Bolsas de nylon (150 años)
- Muñecas de juguete (300 años)
- Hilo de pescar (600 años)
- Telgopor (100 años)
- Envases tipo tetra-brik (30 años)
- Chapitas de botellas (30 años)
- Llantas de auto (500 años)