Las oraciones subordinadas son aquellas que dependen del núcleo de otras oraciones (denominadas principales). Esto hace que las oraciones subordinadas carezcan de autonomía sintáctica, es decir, están subordinadas a otra oración.
Pueden ser:
- Adverbiales. Funcionan como un circunstancial e indican lugar, modo, tiempo o comparación. Por ejemplo: Te esperé donde me habías dicho.
- Sustantivas. Funcionan como un sustantivo. Por ejemplo: Lo que pasa es que no me escuchan.
- Adjetivas. funcionan como un adjetivo, explicando algún detalle de la oración principal. Por ejemplo: La fiesta que me organizaron fue muy emocionante.
Algunos ejemplos son:
- Juan se puso el uniforme que le regalamos. (adjetiva)
- Nos iremos de viaje tal como se los prometí. (adverbial)
- La noche era cálida, totalmente diferente a cuando vivíamos en el sur. (adverbial)
- Lo que anda mal es el televisor. (sustantiva)
- Mi tío, que es una persona muy responsable, también ha cometido errores en su trabajo. (adjetiva)
- Me gusta el jazz porque me lo inculcaron mis padres. (adverbial)
- Iremos al cine con los muchachos que conocimos en Bogotá. (adverbial)
- Juana, la que vive en Australia, es experta en plantas. (adjetiva)
- Te contaré la razón por la que no te invitamos al evento. (adverbial)
- Lo que me dijo no era cierto. (sustantiva)