Los mapas mentales son un método de organización y visualización de la información que consiste en una estructura orgánica radial que parte de un núcleo o centro (en el que se coloca la idea principal) y a partir del cual surgen nuevos casilleros con ideas secundarias. A su vez, cada casillero puede convertirse en un nuevo núcleo, dando lugar a mapas mentales extensos y complejos.
Pueden realizarse mapas mentales sobre infinidad de temáticas y son especialmente útiles cuando se necesita memorizar información, ya que permiten expresar de forma lógica y coherente una larga serie de conceptos, manteniendo su orden jerárquico y evitando los textos largos y poco precisos. Además, son una herramienta muy útil para organizar ideas y pensamientos y pueden incluir dibujos, colores y cualquier recurso gráfico que ayude a la organización y memorización de los conceptos.
Elementos de un mapa mental
- La idea central a partir de la cual surgirán todas las demás ideas.
- Los temas principales que se irradian a partir de la idea central.
- Las bifurcaciones que se abren a partir de un concepto dando lugar a la estructura radial.
- Los temas secundarios y de menor importancia, que se ubican más alejados del centro del esquema.
Cómo elaborar un mapa mental
- Definir el concepto central del mapa. Por ejemplo: Argentina.
- Agregar hacia los costados los temas principales que se desprenden del concepto. Por ejemplo: clima, relieve, población, extensión.
- Agregar información que se desprende de esos temas principales. Por ejemplo: los tipos de clima, los tipos de relieve.
- Agregar colores o imágenes que acompañen a los conceptos.
Ejemplos de mapa mental